lunes, 18 de septiembre de 2017

Los Narradores, la Música, parte 3

Le dije que deje su talento libre, ingenuo yo. A un tipo como Mariano el talento lo desborda, siempre está libre, solo tiene que canalizarlo. Pero ese talento liberado es el que me pintaba los tildes de celeste y no me daba respuestas. Esa libertad artística y de mente es la que, creo, hace que le cueste responder a las ataduras que le mandaba en los mensajes.
Un miércoles más en el Gomecito y Nacho que entiende de arte pero también de tiempos de edición me apuró para que apure a Mariano. "Mañana le escribo", le dije entusiasmando a mis pocas ganas de hacerlo. Es que no me agradaba la idea de molestarlo sabiendo que nos estaba dando una gran mano.
Por suerte  Mariano se mueve sobre intuiciones y se comunicó conmigo para avisarme que ya había terminado la música. De no saber si estaba haciendo algo a regalarnos sus composiciones. Quedamos que lo visitaríamos con Nacho al mediodía del día siguiente.
Escapando del trabajo lo busqué a Nacho y llegamos a la casa de Mariano un poco pasada las 12 porque no vive en el lugar más sencillo para estacionar. Hablamos un rato y Mariano nos hizo escuchar tres composiciones. Hermosas pero no se terminaban de ajustar a la necesidad de Nacho para editar.  Nacho le explicó lo que necesitaba y Mariano totalmente dispuesto a las necesidades del ciclo dijo que lo dejemos trabajar y que en una semana nos comunicábamos. Antes de irnos Mariano grabó en un pendrive las composiciones que había realizado, nos hizo reír mostrándonos sus recuerdos de sketchs de Capusotto y nos invitó a volver en 8 días  para mostrarnos los arreglos finales de sus músicas.
Un día antes de que se cumpla la fecha señalada le escribí a Mariano. Tilde, dos tildes, celestes. Raro pero me respondió al instante pidiéndome un email. Se lo pasé y me envió a través de un enlace a Dropbox las 3 músicas terminadas. Inmediatamente se las envié a Nacho y Los Narradores tuvo su música original.

Los Narradores, la Música, parte 1.
Los Narradores, la Música, parte 2.

domingo, 10 de septiembre de 2017

Los Narradores, Toma Dos

Una semana pasó. Estamos de vuelta parados en el salón de usos múltiples donde filmamos. Ahora también está Pablo para sumar otra cámara a la grabación y así lograr más variedad de imágenes y facilitar la edición. Con él trae un micrófono corbatero que va a facilitar y mejorar el audio. Comenzamos ubicando todo basándonos en las fotos de la semana pasada. Las luces, silla y micrófono quedan en el mismo lugar.
Me siento de nuevo para leer. Esta vez no voy a aburrir con fechas y direcciones. Traje dos cuentos de Casciari para leer. Es mi escritor favorito en esta etapa de mi vida y sus cuentos logran mantenerme atento de principio a fin. Elegí "10.6 segundos" y "#MeHagoCargo". El primero cuenta cómo los 10.6 segundos que tardó Maradona en meterle el segundo gol a los ingleses le cambiaron la vida a varios de los protagonistas de aquella tarde en Méjico. El segundo es un mea culpa relacionado al "#NiUnaMenos".
Cambió la forma de escuharme y de lo que habíamos hecho anteriormente. El relato con sentido le dio otro sentido. Las luces y las cámaras ya funcionaban. Faltaba el audio. Pero nuestra amiga la cinta adhesiva nos facilitó ubicar el micrófono en un buen lugar para que el sonido se grabe lo suficientemente bien. Mejor de lo esperado en relación a los recursos.
Nacho se llevó las tarjetas de memoria y salió la primera prueba editada...


jueves, 7 de septiembre de 2017

Los Narradores, Primera Toma

Miércoles es el día en que tenemos disponibilidad para usar las instalaciones del lugar donde vamos a grabar a los escritores. 18:15 es la hora en la que llegamos para comenzar a realizar las primeras pruebas de cámara, no queremos cometer viejos errores.
En algunas otras grabaciones de algunos otros programas e intentos de programas perdimos horas de grabación por haber fallado en la iluminación o en el sonido, o en ambos a la vez. La idea de probar todo era no perder tiempo nuestro ni tener que hacer retornar a algún Narrador para que vuelva a leer porque habíamos fallado en la grabación.
Soy la cara de los narradores mientras Nacho  me envuelve con las cámaras. Una luz más arriba, otra más abajo. El micrófono más cerca y mucha cinta adhesiva para acomodar cables.
 En el medio de la prueba Nacho tuvo la idea proyectar sobre un telón de fondo imágenes. Trae un proyector y me apunta a la cara y se dibuja mi sombra. Como cada vez que veo una sombra de este tipo empiezo a hacer las 4 o 5 sombras chinescas que sé. Hago un pato, un pájara, el cocodrilo, el caballo... Me divierte a mi solo. Él sigue tratando de ubicar mi contorno en la pared con una imagen en slowmotion que encuentra en Youtube.
Para probar el sonido agarro lo primero y único que había a mano, un cronograma con las actividades del Centro Cultural El Gomecito, y lo comienzo a leer. El sonido anda bien pero el relato es sumamente aburrido y mi escasez de eses lo empeora.

 Guardamos todo mientras hablamos de pulir ideas. Nacho se lleva las filmaciones para comenzar a editar y ver como va quedando.

Los Narradores, la Música, parte 2

Éramos pocos y esa fue una de las razones por las que fui. Vida actual, recuerdos, fútbol, temas variados y casi obvios para hablar con semidesconocidos. Es decir, fueron amigos algunos, otros compañeros, pero ya no son (somos) esos pibes de 13 años que dejé atrás en el ´93. Son (somos) los mismos pero cambiados, con ideologías, más o menos tolerantes, más o menos divertidos, son (somos) más o menos todo.
Luego de preparar el asado (yo no, es muy aburrido a mi criterio) y las ensaladas (yo tampoco, las verduras son eso que comen mis carnes antes de morir) nos sentamos. A mi derecha quedó Mariano Ruggieri, el único vegetariano filosófico que conozco. La cercanía hizo que pudiese ahondar en su trabajo. Me pude enterar que además de músico es maestro de música en una escuela de barrio.
Fue en ese momento en que se me ocurrió la idea pero no le dije nada. Volví a casa y esperé al miércoles siguiente, día de producción de "Los Narradores", para proponérsela a Nacho... tratar de que Mariano nos haga una música original. A Nacho le interesó.
Un paso adelante. Busco en el grupo de la primaria hasta detectar la foto de Mariano en algún avatar. me cuesta un poco pero lo encuentro porque está medio camuflado bajo una gorra. Le mando un mensaje privado para preguntarle por su disponibilidad de tiempo, talento y ganas para musicalizar el programa. Dos tildes azules y ninguna respuesta.
Un día después me llegan 3 renglones con 5 o 6 palabras en total, una de ellas derrochada en escribir mi nombre. Estaba dispuesto a realizar la música. Le agradecí y le expliqué como era el programa. Un tilde, dos tildes, se ponen azules y nada.
Casi otro día pasó hasta que el WhatsApp me mostró la respuesta de Mariano. Me decía que no había ningún inconveniente y me pedía hablar para ponernos de acuerdo. "Decime cuándo quieras que te llame", le escribí. Tilde, dos tildes, se ponen azules y nada. Esta vez van a pasar varios días.
Suena mi teléfono un día de trabajo cerca del mediodía. Miro la cara de Mariano que me mira desde su foto de WhatsApp en la pantalla. "Kiki querido", me dice con una buena onda muy envidiable. Rápidamente se puso a nuestra disposición. Me dijo que estaba muy contento de poder trabajar juntos y que haría sin problemas la música. También me preguntó por alguna especificación y le dije que deje que su talento sea libre.

Los Narradores, la Música, parte 1.
Los Narradores, la Música, parte 3.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Los Narradores, la Música, parte 1

Me habían encontrado en Facebook. También por amigos de amigos. Lo feo de las redes sociales. Ni siquiera respondí. No me gusta traer el pasado a vivir conmigo, ni siquiera por un rato. Con los recuerdos tengo bastante. Soy de pensar de que lo que pasó quedó allá en el pasado y que si no vive conmigo hoy fue porque elegí otras cosas y hubo otros caminos.
Pero insistieron. Sobre todo un compañero que había sido un gran amigo en la primaria, Damián. Sentí la obligación de responderle los mensajes de WhatsApp que me enviaba por privado, fuera del grupo en el que ya me habían incluido. Le expliqué mis razones para no asistir y las entendió.
Casualidad para los que creen, causalidad para los que no... la misma noche de diciembre de aquella reunión de los exalumnos de la primaria del colegio San José ´89/´93 se hacía a una cuadra de donde iba a estar junto a mis amigos pasando el viernes por la noche. En un barrio que nunca había visitado hasta un mes atrás tenía dos reuniones en el mismo tiempo y casi espacio.
Y estabamos con mis amigos cuando entró una voz muy grave por la puerta. Casualidad o causalidad... uno de mis amigos, el dueño de la casa en donde nos reunimos, conoce a uno de mis compañeros de primaria. Se habían escrito y mi amigo le había dicho donde yo iba a estar. Fueron a buscarme 4 excompañeros. Uno de ellos era Damián, al que vi y abracé con mucho afecto. Sentí que abrazaba a los recuerdos de aquel gran amigo que había tenido. Fui con ellos a la reunión y me quedé un par de horas hablando con extraños conocidos.
Allí estaba también Mariano Ruggieri, a quien me había cruzado en un bar varias veces pero diez años antes. Lo último que recuerdo es que le tiré un vaso de cerveza entero sobre la ropa. Quise ser más amigable de lo que sabía. Su cara casi ni se inmutó aquel día en García porque a Mariano, desde los 4 años, parece que solo le gusta mostrar una cara amigable.
Casi ni hablé con Mariano en la reunión pero ya sabía que él era músico de jazz y había visto varios videos suyos en YouTube. También había sido un muy buen amigo en aquellos años de colegio pero no pude hablar mucho con él esa noche.
Las reuniones no fueron tan frecuentes como los mensajes pidiéndolas en el grupo. Algunas pocas hubo a las que no pude o no quise asistir pero hubo una serie de mensajes a los que sí me sumé. La invitación era a la misma casa de la reunión a la que había ido, un viernes. Mis dudas hicieron que acepte ir faltando solo un par de horas para la reunión. Pedí disculpas y pregunté si tenía que llevar algo. "Plato y cubiertos" fue la respuesta...

Los Narradores, la Música, parte 2.
Los Narradores, la Música, parte 3.

martes, 5 de septiembre de 2017

Los Narradores, Empezando a andar

Como siempre que empezamos algo Nacho me invitó a su casa para hablar de su nueva idea. Vemos algunos videos, me explica lo que necesita, vemos más videos, tomamos Coca (porque siempre me gusta caer con una Coca, más para mi que para él), comemos unas papitas, vemos otros videos, hablamos del periodismo, hablamos de como nos gustaría trabajar de lo que parece este hobbie eterno, hablamos de ideas, hablamos...
Le tiro alguna idea, la deshecha. No me preocupa, muchas veces prefiero tener que deshacernos de cosas que tener que acomodar el amontonamiento que lleva al sin sentido. Me muestra una página, sonidos rosario. Me cuenta que se la recomendó un amigo y que allí un muchacho, fanático del sonido, alberga audios de todo tipo grabados en buena calidad. Llevó la flechita a la pestaña de Salón de Lectura y allí clickeó en Autores Rosarinos. Muchos escritores de nuestra ciudad dejaron grabadas sus voces leyendo algunas de sus narraciones.
Decidimos los pasos a seguir. Primero comunicarnos con algunos escritores que Nacho ya conocía. Luego íbamos a escuchar los audios de Sonidos Rosario y elegir los que más nos gustaran. Una elección antojadiza y subjetiva, basada solamente en nuestro gusto.
Así fue. Particularmente escuché todos los autores. No tengo un oído entrenado pero dejé que mi gusto me guíe. Algunos no duraban ni 10 segundos antes que los cambie. Pensaba en el programa, en que quería que fuesen entretenidos a la vista y al oído, que lleguen a movilizar los sentidos. Fui anotando los nombres de quienes me gustaban, los buscaba en Facebook y si los encontraba se los pasaba al grupo de Whatsapp de "Los Narradores" para ver si coincidían con los de Nacho y Pablo. La lista fue de siete escritores. Coincidimos en varios. Empezamos a buscarlos...

domingo, 3 de septiembre de 2017

Los Narradores, la Idea

10 narradores rosarinos, 10 estilos diferentes, 10 historias. Esa era la idea inicial. Convocar a 10 escritores de nuestra ciudad que quieran contar algunas de sus escrituras y resolverlo en un programa que dure entre 8 y 10 minutos.
Pero como a veces nos gusta complicarnos un poco pensamos que para dinamizar las narraciones y hacerlas más ágiles estaría lindo agregarles algunas imágenes. Entonces la idea mutó un poco. Siempre pensamos en el televidente y sabemos que a un mundo que vive en 140 caractéres hay que darle un bueno contenido y dinámico que lo haga quedarse viendo.

Los Narradores, el Comienzo

Los Narradores surge de una idea de Ignacio Blaconá y de su gusto por el arte audiovisual. Luego de haber realizado varios programas como "Luces caliente" o "Pastillas" y de haber filmado el largometraje "Ánfora", la necesidad de un nuevo proyecto hizo que "Nacho" presentase en un concurso de la Municipalidad de Rosario la idea de "Los Narradores".
No importándole si su proyecto sería elegido comenzó a moverse para poner en marcha la producción de este nuevo programa. Fue allí cuando me convocó para poder ayudarlo en la tarea. Con Nacho nos conocimos realizando el postítulo de Periodismo en la Universidad Nacional de Rosario. Desde el primer día la geografía hizo que nos juntemos en grupo. Pero no solo nosotros estábamos cerca en el salón. Adelante mío estaba Pablo Donadello. Entre los 3 y algunos otros que iban variando hicimos casi todos los trabajos grupales de los dos años de estudio. Siempre nos fue bien y trabajamos muy cómodos juntos. Por esta razón Nacho también lo llamó a Pablo con quien años atrás también había llevado a cabo varios trabajos.
En el camino el proyecto fue elegido por la Secretaría de Cultura para recibir el subsidio para realizar las 10 emisiones que Nacho había planteado en los papeles presentados.
Con esos pocos pesos, con muchas ganas y con la ayuda del Centro Cultural "El Gomecito" empezamos a escribir la historia de " Los Narradores".