jueves, 20 de septiembre de 2018

Abonizio, trovando un cuento


Desde hace  un tiempo Adrián Abonizio quedó en contacto con Nacho. La relación viene de otra producción audiovisual que hicimos hace unos años, también idea de Nacho. Abonizio participó como entrevistado en Luces Calientes y desde ahí quedó una buena relación. Luego de esa entrevista Nacho lo invitó a participar de un nuevo proyecto en el que iba a ser protagonista pero se truncó por la falta de recursos.
La verdad es que no sabíamos que escribía cuentos así que no se nos había ocurrido invitarlo pero conversando nos enteramos que no sólo escribía canciones. Así que un día se apareció por El Gomecito para leernos varios cuentos. Llegó con  postura seca pero enseguida cambió para empezar a hacer algunos chistes y hablar de la nada.
Se acomodó en la silla debajo de las luces, acomodó su boina, acercó los lentes a los ojos, se echó para atrás y puso la hoja frente suyo. Encendimos las cámaras y para él dejamos de existir. Eran él con sus cuentos y su cigarro.
El humo fue la mejor escenografía para el relato del billar, parecía que lo estaba leyendo en tugurio lleno de mesas tacos y bolas. Vasos de cerveza a medio vaciar y fondos blancos de bebidas que no se saborean. Allí está Abonizio, en una mesa, rodeado de jugadores y borrachos, inventando una nueva forma, trovando un cuento.