jueves, 7 de junio de 2018

Nos gusta repetir la historia


Otra vez lo mismo. En cada proyecto que emprendemos se repite la historia. Una idea, simple, casi minimalista. “Podemos hacer ESTO”. Pero  ese ESTO nunca termina siendo ESTO. A ese ESTO se le van a terminar agregando muchos otros ESTOS.
Lo hablamos siempre, con proyectos que vieron la luz y con otros tanto que se truncaron. Sabemos que no podemos hacer superproducciones. Sabemos que sin dinero la producciones que terminamos imaginando son poco menos que inalcanzables. Pero igual nuestra imaginación no sabe de costos y tiene más fuerza que el dinero. Entonces empieza a volar y desear cosas que ni el tiempo ni la plata  pueden obtener. Pero se intentan igual. La mayoría de las veces estos vuelos imaginativos terminan chocando o volviendo a la pista para hacer algo más alcanzable.
Mirá que lo hablamos…No agreguemos cosas que nos dificulten la producción, no salpimentemos por demás. Por más que sepamos que el producto final va a ser superior es mejor hacer algo que podamos y no que esté limitando con la utopía. Produzcamos algo factible, algo que sea más que digno y que podamos terminar. Porque muchas veces esa exagerada condimentación ha desperdiciado buenos ideas y ha desechado producciones que terminaron juntando polvo y debajo de ese polvo quedó todo el tiempo invertido.
Pero bueno. Siempre pierde. Todo este razonamiento criterioso y repetitivo siempre cae derrotado por una utopía. Por suerte siempre hay una utopía a la cual perseguir para nunca alcanzar. Es lo que nos mantiene en movimiento. Entonces nos movimos. La nueva idea de Nacho que no quise matar nos llevó a un nuevo camino. Más largo pero que lindo…

No hay comentarios:

Publicar un comentario